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*El presente artículo se publicó originalmente en la revista Aztarna nº 60 (julio, 2023).

En enero de 1937 comparece en Aiara el batallón Nº 52 Capitán Casero (en un principio se le asigna el Nº 80) adscrito a la disciplina de Izquierda Republicana. Se trata de un batallón de formación tardía. De hecho en diciembre consta en formación en las bilboarras escuelas de Mugika. Todavía en mayo la 4ª Compañía aparece como incompleta (CDMH. PS Santander A, C244, 2).


En sus inicios comanda el batallón Félix López Iglesias, aunque en enero es sustituido por Francisco Vicente Aranaz (CDMH_PS_SANTANDER_C0237_0063), oriundo de Bera (Navarra). Procede del Cuerpo de Carabineros de Gipuzkoa donde ejerce con grado de teniente, aunque es ascendido a capitán al inicio de la contienda. Un nuevo movimiento en la jefatura del Capitán Casero aúpa a la comandancia del mismo al capitán de la 1ª Compañía Gonzalo Pereiro Fernández el 04 de mayo de 1937 (CDMH_PS_SANTANDER_C0237_0066).

Capitán Jesús Ausín y milicianos del Capitán Casero (Archivo Jesús Ausín)

El motivo es el ascenso de Aranaz a la jefatura XIV Brigada Vasca. Su primer destino es Artziniega donde permanece hasta el 28 de febrero del 37, el batallón es trasladado a Arrespalditza (AHE/EAH. P.S. Bilbao, 0238/014) a excepción de la 4ª Compañía. Ésta va a permanecer en Artziniega para ocuparse de guarecer las trincheras de Santa Olaja. Es por ello que recibe 75 camastros el 26 de febrero para que duerma la tropa (CDMH. PS Santander A, C244, 5). De todos modos las diferentes compañías se van a ir relevando en las distintas posiciones que están bajo la responsabilidad de la unidad.


En Aiara los milicianos se alojan en edificios requisados al efecto y un barracón en Pozo Portillo (CDMH Leg.174, exp. 44, nº 24). Quizás el barracón aludido en el documento se trate verdaderamente de una cabaña que hay en la delantera de la venta de Pozoportillo, donde además de pernoctar, los milicianos tienen instaladas las cocinas. El camarote del caserío es utilizado así mismo como dormitorio de la tropa. En cambio la oficialidad de la compañía dispone del privilegio de dormir aparte de la milicia:
… los jefes, el capitán y el teniente, pues tenían una habitación que tenía dos camas y ahí les teníamos que poner todos los días…hacerles la cama y cada 8 días que eso pues lavarles la ropa (Testimonio de Encarnación Velasco)

En la estancia referida se instala un teléfono que comunica con las posiciones de Etxaurren mediante un cable fijado a los árboles en su recorrido. Este hecho se ve corroborado por el testimonio del capitán de la 3ª Compañía Jesús Ausín Araquistain, quien afirma que la compañía tiene instalado el puesto de mando en la venta, al tiempo que la jefatura del batallón se encuentra en el Palacio de Atxa (AHE/EAH. Fondo Carlos Blasco, secc. documentos, C02/03).


Se establece que dos compañías permanezcan en el frente y las otras dos de descanso en Arespalditza (AHE/EAH. Fondo Carlos Blasco, secc. documentos, C02/03). Los relevos se efectúan cada 12 días (AGMAV. C1254, 5). Las guardias son efectuadas en las posiciones por dos secciones de forma continuada; produciéndose el cambio de guardia cada tres horas (AGMAV. C1254, 6).

CDMH_PS_SANTANDER_C0243_0015


La estancia del batallón de Izquierda Republicana deja huella en la profusión de documentación encontrada. Nos interesa principalmente toda aquella referida a actos de indisciplina y las disposiciones de la jefatura del sector para atajarlos; como también de los servicios diarios prestados por los milicianos.
Dentro del primer grupo no sólo vamos a detenernos en los hechos concernientes a la desobediencia a las órdenes emanadas por la superioridad militar y la oficialidad del batallón. Tienen cabida las actuaciones contra el decoro al uniforme; requisas ilegales; robos y violencia contra la población civil. Las autoridades militares se muestran escrupulosas contra toda acción que atenta contra la población civil. No se permite bajo ningún concepto el abuso de autoridad o los desmanes contra ella. En este sentido, el 12 de abril de 1937 el jefe del sector Arceniega-Respaldiza hace llegar al comandante del batallón la siguiente comunicación:


Los capitanes y comandantes de unidad darán a conocer en el día de hoy, ante sus unidades formadas que cualquier acto contrario al derecho de gentes, violencia contra personas o cosas, será juzgado inexorablemente, llegando incluso sus autores a ser pasados inmediatamente por las armas.
Lo que traslado a Vd. para su conocimiento y efectos oportunos
(AHE/EAH. P.S. Bilbao, 0238/013).


Tal vez la circular mencionada tengo mucho que ver con las continuas quejas elevadas a la jefatura del sector por parte de los baserritarras locales por los desmanes ocasionados por las milicias. Sin ir más lejos, a mediados de marzo una escuadra del batallón es arrestada por practicar sin ordenamiento y ni noticia del capitán (…) de impertinentes registros e incautaciones (CDMH. PS SANTANDER, C0244, 0045) en los caseríos próximos a las posiciones de Pozoportillo.


Pero las faltas en la relajación de la disciplina se extienden durante las horas ociosas de permiso, momento en el cual los combatientes aprovechan para solazarse y echar unos tragos. Precisamente los deslices cometidos bajo los efectos del alcohol son observados con mayor rigor, a tenor de lo expuesto por la jefatura del sector por unos hechos ocurridos; los cuales no trascienden, el 16 de abril. El asunto debió ser grave:


Hechos lamentables ocurridos en esta plaza en el día de ayer, consecuente de abuso en la bebida y con las características en un caso de la más extrema gravedad, que (…) será juzgado con la ejemplaridad que corresponda (…) llevar a conocimiento de todos que la embriaguez en los delitos militares no es circunstancia atenuante (…), antes al contrario, agrava más el delito que se comete.
Estoy dispuesto a sancionar con la dureza máxima las faltas de embriaguez, que suponen siempre en sus actores un exponente de educación y costumbres que en sociedad alguna de fundamentos serios sea admisible y que en un ejército en campaña y al frente del enemigo, es totalmente intolerable
(AHE/EAH. P.S. Bilbao, 0238/013).


Las duras palabras de Alberto Galiana, jefe del sector, no deben calar lo suficiente entre la soldadesca. Con fecha de 19 de mayo de 1937, son detenidos en Laudio cuatro milicianos de la 1ª compañía en estado de embriaguez porque se dedican a insultar a la población civil con la que se van cruzando por la calle (CDMH. PS Santander, C0244, 0017).


De todos modos las infracciones más habituales por falta de disciplina recaen en el hecho de negarse a subir a las posiciones o el abandono de las mismas, despreciar las consignas de los oficiales o hacerse pasar por enfermo.
El 13 de marzo se arresta al miliciano Serapio Inchaurraga Irusta por desatender sin motivo su puesto en Santa Olaja (CDMH. PS. Santander, C0244, 0036). Arresto de 3 días se impone a los milicianos Felipe Valle Verrire y Luis Ballesteros Orue por marcharse de la posición antes de que bajaríamos el resto y sin permiso (AHE/EAH. PS Bilbao, 0238/014).

Gudari Txartela (AHE_EAH)


Los milicianos arrestados son confinados en el Puesto de mando en Arespalditza, sito en el palacio de Atxa, en la torre de la que dispone el edificio que cumple las funciones de calabozo.
Un caso especial de abandono del batallón es el del miliciano de la Sección de Zapadores Minadores José Soler Vives. Desde las 7:40 horas del 17 de abril el hombre en cuestión falta de su puesto según informa el oficial de la sección Andrés Delgado Blanco. Seguidamente expone la razón que impulsa al combatiente a tomar esta decisión:


Ayer tarde, al recibir el correo, dicho miliciano recibió una carta del Jefe del Servicio de Investigación de Heridos, Desaparecidos y Muertos en Campaña, en la que le comunicaba que su padre figuraba en la lista de desaparecidos del batallón Fermín Galán, de Unión Republicana, y al recibir dicha notificación, muy desagradable por cierto, el muchacho, sin pedir permiso a nadie, se ha marchado a casa (AHE/EAH. PS Bilbao, 0238/014).


Transcurridos tres días se muchacho se reincorpora al puesto y se presenta delante del mencionado oficial. Expone que su comportamiento se debe al temor de que no le concediesen permiso para ausentarse y decidió marchar a casa para consolar a su madre, la que se encuentra sola (AHE/EAH. PS Bilbao, 0238/014). Andrés Delgado concluye el informe para su comandante: No me he decidido a imponer ningún correctivo a dicho miliciano, hasta haber consultado con Vd. sobre el particular.
El problema del abandono de las posiciones no puede entenderse solo en la vertiente de violación de la disciplina. La evasión a campo contrario es una de las causas más comunes para hacerlo y alcanzar las posiciones de los requetés en la Sierra. Así se abren diligencias por deserción contra el cabo de la 3º sección de la 2ª Compañía José de la Puerta Cadenas tres días después de consumada la evasión (CDMH. PS Santander, C0244, 0056).


El 3 de mayo el capitán de la 4ª Compañía comunica desde Etxaurren la ausencia de los milicianos Félix Urruela, Manuel Respaldiza y Julián Murga que salieron de esta posición el día primero a las trece horas (CDMH. PS Santander, C244, 5). De ellos sabemos que se presentan en la sierra a los requetés del Tercio de Santa Gadea.


El 5 de mayo se echa en falta de la posición de Etxaurren al miliciano Juan José Añibarro Ayesta, un día después de haber huido, debido a que ha faltado a las tres listas de ordenanza a partir de la de Diana del día de ayer.
Habiendo sido hechas algunas gestiones, para hallar su paradero, estas han resultado infructuosas
(AHE/EAH. PS Bilbao, 0238/013).


Al menos tenemos localizado un tercer desertor en la Sección de Zapadores Minadores contra el que se instruye causa judicial en el Juzgado de Instrucción de la Alameda de Rekalde (Bilbo). Se trata de Pedro Iriarte Landeta (AHE/EAH. PS Bilbao, 0238/014). No disponemos de más datos al respecto.
Quizás se busca una solución a la cuestión de las deserciones en la Orden General del Cuerpo del día 27 de Marzo de 1937, en Respaldiza (AHE/EAH. PS Bilbao, 0238/013). En su artículo primero se dispone:


Queda terminantemente prohibido a todos y a cada uno de los elementos componentes del Batallón, separarse de las posiciones que ocupan las fuerzas, a mayor distancia de DOSCIENTOS METROS.
Al que contravenga esta disposición será considerado como desertor al frente del enemigo y se le aplicará la sanción que determina el artículo 290 del Código de Justicia Militar, o el 291, si constituye delito de traición.


El Capitán Casero permanece en Aiara hasta el 21 de mayo de 1937, fecha en la que es trasladado al frente de Bizkargi donde el Ejército Nacional trata de romper las líneas vascas. Es relevado en el sector por el batallón Nº 71 Aralar (PNV) (AHE/EAH. Secretaria General. Leg. 517, Nº 07).

Fuentes

  • Archivo Histórico de Euskadi/Euskadiko Artxibo Historikoa (AHE/EAH).
  • Archivo General Militar de Ávila (AGMAV).
  • Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH).
  • Testimonio de Encarna Velasco Ortiz. Entrevista realizada en su domicilio de Beotegi el 4/05/2012.

Sergio Balchada Outeiral